mal aliento

Mal aliento o halitosis: causas y cómo tratarlo

En el 90% de los casos la halitosis proviene de la cavidad oral y se debe principalmente a la acumulación de placa bacteriana en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Las causas no relacionadas con enfermedad son naturales o por algunos hábitos, por ejemplo, el mail aliento matutino, el uso de prótesis, algunos medicamentos, el tabaco; y algunos alimentos o el consumo de alcohol que se metabolizan en la mucosa e hígado y son expulsados por los pulmones. Ahora bien, los casos más severos e halitosis y que deben ser tratados por un odontólogo tiene causas patológicas como las siguientes:
  • Enfermedad periodontal, caries.
  • Higiene oral deficiente: la falta de eliminación de placa bacteriana, provoca el crecimiento bacteriano. Los lugares donde se suelen acumular las bacterias son la lengua, espacios interproximales, área subgingival, abscesos.
  • Causas ulcerativas: úlceras traumáticas, infecciosas, estomatitis.
  • Faringe: infecciones virales, bacterianas o fúngicas.
  • Necrosis por radioterapia y quimioterapia en pacientes con neoplasias.
También puede suceder que la halitosis tenga un origen extraoral, es decir, que el mal aliento no se origine en la cavidad oral, sino que se deba a otras patologías como sinusitis, enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, enfermedades sistémicas (diabetes mellitus mal controlada, infección renal, disfunción hepática, artritis reumatoide, etc.). En general, la Halitosis es difícil de diagnosticar, ya que es improbable que uno mismo detecte su propio mal aliento. Ante la duda, se recomienda consultar a un profesional odontólogo para que pueda definir el diagnóstico. En la exploración de un paciente con Halitosis se involucran aspectos fundamentales, como el estado de salud general junto con el estilo de vida (costumbres y hábitos), también la situación oral y sus hábitos de higiene. Además, se debe realizar una medición cuantitativa del mal aliento. El tratamiento de Halitosis oral está orientado a disminuir el número de bacterias productoras de mal olor depositadas en el dorso posterior de la lengua y en el surco o bolsa periodontal, así como la volatilización de productos malolientes. A nivel general, los protocolos de tratamiento contemplan la realización de una limpieza dental profesional e instrucciones de higiene oral que van desde un correcto cepillado y limpieza interproximal, a una limpieza completa de la lengua (con un limpiador lingual acompañado de un colutorio realizando gárgaras para alcanzar la parte posterior del dorso lingual).

¿Qué correcciones bucales se consiguen con un tratamiento de ortopedia?

Cuando se presentan anomalías en el crecimiento de las estructuras bucales y faciales, la ortopedia se ocupa de armonizar los dos maxilares con el uso de aparatos. Además de influir en la estética de la cara y proporcionar una función masticatoria correcta, ayuda a la fonación, deglución y muy importante a la respiración. Por estas razones, lo primordial de esta especialidad es detectar a tiempo estas anomalías del crecimiento, para actuar cuanto antes y que no sea demasiado tarde. Esto es de suma importancia ya que, en un niño, en período de crecimiento, una anomalía de los maxilares se corrige con un aparato, en cambio en un paciente adulto se convierte en un tratamiento más complejo y sería necesario realizar una cirugía ortognática. La ortopedia puede ser la solución a muchos problemas que existen. La edad más adecuada para poder empezar la primera etapa del tratamiento ortopédico es durante la fase de crecimiento, hasta los 12 o 13 años en las niñas y hasta los 14 o 15 años en los niños. Es importante tratar las maloclusiones o alteraciones en esta edad ya que un tratamiento temprano evita una maloclusión más severa en dentición permanente. A medida que la edad avanza, existe más desarrollo y en consecuencia, la anomalía o maloclusión se hace más evidente y es más difícil de corregir. Un tratamiento tardío puede llevar a tratamiento de ortodoncia de larga duración, con resultados poco exitosos o en última opción realizar procedimientos más complejos e invasivos para corregir las maloclusiones severas con cirugías. La mayoría de los aparatos de ortopedia son removibles, es decir que se pueden quitar y volver a poner. Los niños se pueden quitar y poner los aparatos por sí solos, siempre y cuando cumplan con los tiempos de uso y las indicaciones del especialista. Es muy importante que sean pacientes colaboradores y que tengan el apoyo de la familia, ya que la mayor parte del éxito del tratamiento depende de ello. La duración del tratamiento depende de la patología que presente el paciente y culmina cuando el profesional lo determine, o bien cuando la persona haya llegado al máximo desarrollo óseo. En ese momento el crecimiento se detiene, de modo que todo tratamiento debería discontinuarse; aunque se han dado algunos casos en que los adultos también pueden recurrir a un tratamiento de este tipo. Desde Clínica CREO, insistimos en la importancia del control periódico en manos del odontopediatra para actuar a tiempo y evitar futuras complicaciones. Entender que la salud bucal de nuestros hijos debe cuidarse desde temprana edad, ayudará a generar buenos hábitos en ellos y una relación fluida con el odontólogo para el resto de sus vidas.

Cómo sobrevivir con éxito a la ortodoncia

Cuando se inicia un tratamiento de ortodoncia, son muy frecuentes las dudas sobre qué alimentos se pueden consumir, cómo limpiar adecuadamente los dientes o qué hábitos podrían dañar a los aparatos. Por eso, te ayudamos compartiendo algunas medidas para conseguir una dentadura brillante y sana, sin morir en el intento. Principios básicos de "supervivencia": - Es imprescindible tener cuidado con morder elementos muy duros como caramelos o chupetines, o incluso morderse las uñas, ya que éstos pueden deformar el alambre o mover los brackets de sitio. Daños como estos harán que el tratamiento se prolongue. - Se aconseja no comer frutas, hamburguesas u otros alimentos directamente a mordiscos. La mejor opción es cortarlos en trozos para no forzar ni los brackets, ni el alambre. - Para garantizar una correcta higiene bucodental también es esencial prestar especial atención a los espacios interdentales. Si bien a veces es más complicado con brackets, hay algunos productos específicamente diseñados para esta situación como el hilo dental que posee un enhebrador en cada extremo para facilitar la higiene entre dientes o los cepillos interdentales que sirven para eliminar restos de comida o de placa entre los dientes. En ambos casos, se sugiere utilizarlos diariamente. - A su vez, para evitar que el alambre o el bracket provoque pequeñas heridas en el labio, encía o lengua que puedan desembocar en aftas bucales, se recomienda usar cera ortodóntica. La cera está pensada para actuar como escudo protector mientras la boca se va adaptando a la superficie de contacto nueva. Igualmente, en caso de sufrir aftas o úlceras bucales, existe un gel bucal especial para estas situaciones que alivia las molestias de forma inmediata. - Es muy importante cepillarse los dientes después de cada comida, incluyendo la lengua y el paladar. Para ello, se aconseja cambiar el cepillo usual por uno especial para brackets, que tiene cerdas cortadas en forma de V que facilitan el lavado. Esta configuración especial permite llegar a todos los espacios entre las encías y los brackets, así como también debajo de los brackets y los alambres. Es esencial mantener los dientes y las encías limpias para prevenir la caries y las enfermedades periodontales. - Otro consejo es moderar el consumo de café, té y tabaco, porque estos productos no sólo tiñen el aparato sino también los dientes. Además, es recomendable evitar el consumo de productos con alto contenido en azúcar ya que, cuando se consumen en exceso, favorecen la aparición de caries.

Mentoplastía o Cirugía de mentón: todo lo que tenés saber

Mentoplastía: ¿Qué es? La cirugía estética del mentón es una cirugía para modificar el perfil, forma y/o proyección del mentón para armonizar el resto del rostro y rejuvenecerlo. Puede ser mediante el aumento, reducción, acortamiento en altura, aumento en altura o una combinación de alguna de estas. El mentón puede acompañar a su vez, defectos de la mandíbula como ser el prognatismo (mandíbula hacia adelante) o retrognatismo (mandíbula hacia atrás), razón por la cual es muy importante que la indicación y el tratamiento sea realizado por un odontólogo junto a un cirujano maxilofacial. ¿Qué hacer antes de la cirugía? El plan quirúrgico debe ser realizado por el cirujano y el paciente en común acuerdo, estableciendo los defectos a corregir, los resultados esperados y la forma de alcanzarlos. Dentro del estudio pre quirúrgico el análisis fotográfico es básico para realizar un adecuado diagnóstico de las alteraciones del paciente, planeación y manejo acertado, funciona como una especie de mapa para el cirujano durante la realización de la cirugía y además le sirve para comparar los resultados postoperatorios. Es importante además realizar los exámenes de laboratorio pertinentes para ser valorado por el anestesiólogo y tomar todas las precauciones necesarias ¿Cómo se hace? En el caso de la mentoplastia de aumento o de avance existen dos grandes opciones para corregir un mentón pequeño: Con implante: a diferencia de los implantes que se usan en los senos, el implante de mentón es de silicona dura o semidura, no se rompe, y existen modelos ya preformados o si el cirujano no prefiere se pueden cortar según la medida y forma del paciente. Se realiza una pequeña incisión dentro de la boca entre el labio inferior y la encía, para introducir el molde y acomodarlo en la posición buscada, posteriormente se realiza en cierre con hilos de sutura que se absorben sin necesidad de ser retirados después. Avance del hueso: consiste en realizar un corte en el hueso de la mandíbula o maxilar inferior y avanzar para dar mayor proyección al mentón, este avance se fija generalmente por medio de una platina de titanio, se cierra igual con sutura absorbible que no requiere ser retirada. En general es un procedimiento rápido, el paciente sale a su casa el mismo día y se debe recuperar en una semana. Cuando el mentón está muy desarrollado y hay que reducirlo, se realiza una operación similar a la anterior, pero en vez de colocar una prótesis se reduce el mentón. Esto se puede hacer trabajando sobre el hueso (que se ha medido previamente mediante el estudio radiográfico) y dándole forma. Casi siempre se usa la incisión por debajo del mentón para poder ajustar los tejidos blandos al nuevo contorno. ¿Cuáles complicaciones puede tener? Cualquiera de las técnicas utilizadas puede lesionar el nervio que lleva la información sensitiva a este nivel y se manifiesta como hormigueos o anestesia del área del mentón, estos síntomas generalmente son pasajeros y mejoran sin mayor intervención. Recomendaciones: Es importante que tengas claro qué aspectos querés cambiar o mejorar y se lo comuniques claramente al cirujano para resolver dudas y no hacerte falsas expectativas. En Clínica CREO nuestro equipo de especialistas en estética orofacial te brindará el asesoramiento necesario para dar armonía y equilibrio a tu rostro en un marco de tranquilidad y seguridad.

Mitos y verdades sobre el blanqueamiento dental

El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos de estética dental más demandados en los últimos años. Muchos de los pacientes que acuden a nuestra clínica interesados en realizarse un blanqueamiento nos suelen preguntar algunas dudas habituales como cuánto duran sus efectos o si daña el esmalte dental. A continuación, trataremos de despejar las principales dudas que pueden surgir sobre este tratamiento.
  • Puede hacerse en casa con bicarbonato, limón o agua oxigenada: la verdad es que los remedios caseros no funcionan como blanqueadores y son métodos potencialmente dañinos para nuestra salud dental, ya que son abrasivos. El uso de agua oxigenada tiene escasa efectividad y, además, daña las encías.
  • Puede hacerse usando pastas dentales blanqueadoras: muy pocos dentífricos blanqueadores realmente contienen agentes blanqueadores como el bicarbonato de sodio. Al ser abrasivas eliminan las manchas externas y dan la impresión de que los dientes se vuelven más blancos. Pero lo que realmente hacen es dañar el esmalte por culpa de esa abrasión.
  • El blanqueamiento dental daña el esmalte: cuando al blanqueamiento lo realiza un profesional en una clínica dental, el esmalte no sufre daños. Un buen diagnóstico seguido de un buen plan de tratamiento evitará este tipo de situaciones.
  • El blanqueamiento perjudica a las encías: si el material que usamos para blanquear las piezas dentales no se coloca en su posición correcta y en la cantidad adecuada, sí que podremos encontrarnos con irritación en la zona de las encías. Aun así, en determinadas ocasiones y utilizando una técnica correcta, algo de material puede afectar a la zona gingival provocando un poco de malestar en la zona. El profesional sabrá cómo contrarrestar ese tipo de situaciones.
  • El blanqueamiento dental sustituye la limpieza bucodental: no son sustitutos, sino tratamientos completamente distintos y con diferentes finalidades. El blanqueamiento modifica el color y la limpieza elimina la placa bacteriana acumulada sobre los dientes.
Todos los tipos de blanqueamiento siguen el mismo principio: un gel penetra en el diente, que es poroso, y se libera poco a poco en su interior. En Clínica CREO aplicamos un gel de PH neutro y luego la luz de arco de plasma realiza un blanqueo uniforme en ambos maxilares. Es un sistema de origen belga que brinda hasta 10 tonos menos en una sesión de 60 a 90 minutos. Vale aclarar que no todas las personas responden igual a un blanqueamiento dental, su eficacia y duración dependerá también de nuestra biología y nuestros hábitos. Pero en todos los casos se trata de un tratamiento seguro, fiable y eficaz que puede realizarse en cualquier adulto salvo embarazadas y lactantes. No dejes de consultarnos.

Consecuencias de la falta de dientes

Perder uno o varios dientes afecta gravemente nuestra sonrisa, tanto a nivel estético como funcional. Puede ocurrir por una enfermedad bucodental avanzada, como caries o periodontitis, que, en sus fases más avanzadas, destruyen los soportes y tejidos internos del diente. Esto provoca que no pueda regenerarse por sí mismo ni pueda salvarse, de modo que se procede a una exodoncia. La pérdida también puede darse por un traumatismo al practicar deporte o bien por un accidente. En otros casos los golpes generan fracturas que, con el tiempo, se extienden y rompen el diente. La falta de uno o varios dientes provoca todo tipo de inconvenientes para la salud dental, tanto a nivel estético como funcional. Problemas a nivel estético En función del diente perdido, al sonreír puede verse el agujero de este diente que falta. Esto puede provocar grandes complejos al sonreír. Por otro lado, la falta de dientes favorece la acumulación de placa bacteriana. Por ello es más fácil la formación de sarro alrededor de otros dientes, que también altera la imagen de la sonrisa. Además, la pérdida ósea que conlleva la falta de dientes provoca, con el paso del tiempo, la deformación de los rasgos faciales. La principal consecuencia es el hundimiento del labio. Problemas a nivel funcional Son muchos los pacientes preocupados por los efectos estéticos de la falta de dientes, pero los más graves suelen darse a nivel funcional. La falta de uno o varios dientes tiene consecuencias sobre la dentadura y puede provocar la mala trituración de los alimentos. Esto también puede provocar problemas sobre las encías, que hacen más esfuerzo. Cuando la pieza perdida no se sustituye de forma temprana, se pierde más hueso maxilar y se acelera el desgaste dental, además de provocar con el tiempo que el resto de piezas dentales se muevan. ¿Cómo solucionar la falta de dientes? Hay diversas opciones para solucionar la pérdida de una o varias piezas dentales:
  • Puentes fijos: son prótesis dentales parciales que se apoyan en los dientes sanos. Este tratamiento conlleva tallar mínimamente los dientes sanos, para facilitar su colocación.
  • Prótesis removibles: se retiran a diario y se fijan mediante la adhesión. En caso de perder la mayoría de dientes, el dentista puede recomendar la colocación de una prótesis dental completa y fija. Son un tratamiento más rápido y sencillo, aunque puede dar problemas con el tiempo.
  • Implantes dentales: Un implante es una pieza de titanio que se coloca en la raíz del diente mediante el proceso de osteointegración. De este modo, resulta totalmente imperceptible y devuelve la estética y la funcionalidad a la sonrisa.
Ventajas de los implantes dentales: Los implantes dentales son el tratamiento más aconsejado en caso de pérdida dental, porque conllevan todo tipo de ventajas:
  • Resultado natural: a pesar de llevar un implante, el resultado es una boca con aspecto natural. Además, el implante no compromete ni la estética ni la funcionalidad del resto de piezas dentales.
  • Opción más segura: el implante dental es la solución más segura para sustituir un diente perdido. La ausencia de dientes acelera el envejecimiento facial, porque favorece la pérdida ósea. Así, con los implantes dentales tu boca lucirá un aspecto más sano y rejuvenecido.
  • Pueden durar mucho tiempo: el implante dental tiende menos al desgaste que otros tratamientos. Al reemplazar el diente desde la raíz, se conserva en buen estado durante más tiempo. Conviene mantener una buena higiene oral y visitar con frecuencia el odontólogo.
  • Adaptación: los implantes dentales se integran con más rapidez alAdemás, con este tratamiento las encías no se retraen. Si bien hay casos en los que el cuerpo puede rechazar el implante, no es lo más común.
  • Limpieza: son sencillos de limpiar y resultan muy estéticos para el paciente. Las técnicas de limpieza bucal son las mismas que en los dientes naturales.
En Clínica CREO aplicamos las técnicas más avanzadas en implantología. Gracias a la tecnología del sistema CEREC podemos realizar coronas o provisorios en una sola sesión. Si has perdido uno o varios dientes no dudes en acudir a nuestros profesionales para recuperar tu sonrisa.  

Uso del chupete y dentición

El uso del chupete genera una gran controversia. Tiene ventajas, pero también inconvenientes. Más allá de los dos años puede provocar, tal y como ha advertido la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), que los caninos choquen entre sí y ambas filas no se cierren correctamente causando lo que se denomina “la mordida abierta”. En los recién nacidos, por ejemplo, es mejor no usarlo ya que puede interferir en el establecimiento correcto de la lactancia. Una vez está establecida, al mes, sí se puede usar sin problema. Para los bebés que no toman pecho, que sólo toman mamadera, la recomendación del chupete cobra mayor importancia ya que previene el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (MSL). Parece estar más demostrado cada día que su uso lo previene en gran medida. Aunque no se conoce todavía el mecanismo de acción del chupete para prevenir la MSL parece que está relacionado con que el chupete aumenta los microdespertares, favorece que la lengua se mantenga en posición anterior, aumenta levemente los niveles de dióxido de carbono y el tomo muscular de la vía aérea. También hace incrementar la producción de inmunoglobina A (IgA), por la succión no nutritiva y su presencia en la boca impide la obstrucción total de la misma y nariz sobre el colchón, un taponamiento que originaría la muerte súbita. En general todos los profesionales están de acuerdo en que el uso del chupete hasta los dos años representa más ventajas que desventajas. Es menos perjudicial que el hábito de chuparse el dedo o dormirse mientras toman la mamadera durante la llamada fase oral, porque se producen menos deformidades, sobre todo si el chupete es anatómico. Del mismo modo, el chupete les ayuda a estimular el efecto de succión, ya que, a veces, cuando son muy pequeñitos o prematuros no tienen mucha fuerza para succionar y una forma de ayudarles es haciendo “gimnasia" con el chupete. Pero de ningún modo deberá mojarse el chupete en azúcar o miel para hacer que el niño calme su hambre. Es a partir de los dos años, y más si se prolonga a los tres y cuatro, cuando el riesgo de trastornos bucales, asciende. Cuando el niño succiona, la tetina del chupete está apoyada sobre el paladar. Este hábito provoca que se ralentice de forma considerable el desarrollo del hueso maxilar en su ancho y que derivará con los años en una asimetría facial. A nivel dentario, los dientes inferiores se vuelcan hacia dentro y los superiores inclinan hacia fuera llegando a provocar el aspecto típico de dientes de conejo. A su vez, si el tamaño del chupete en relación a la boca del bebé no es adecuado, potenciará que se puedan generar deformaciones. Si las maloclusiones no se corrigen de manera precoz, el niño puede desarrollar una maloclusión más grave y más difícil de corregirlas. Por lo tanto, el uso de chupete es beneficioso sobre todo hasta el año de vida y también hasta los dos, pero no más allá de esa edad porque existe una fuerte asociación entre este hábito y la alteración en la posición de la lengua que puede dar lugar a malas mordidas.

¿La ortodoncia ayuda a un mejor rendimiento deportivo?

Ya hemos hablado en ocasiones que los problemas dentales pueden derivar en otro tipo de patologías. Una muela que nos duela o una caries puede acabar en un bajo rendimiento deportivo, y en la alta competición todo se mide y se regula. Además de tener como objetivo laestética, muchos deportistas se operan los dientes según van avanzando en su profesión. Nada hay que peor que un mal dolor desemboque en una lesión. Además, una persona habituada a hacer deporte es capaz de identificar cuándo su rendimiento físico está por debajo de sus posibilidades. Esto puede tener varios orígenes, pero una causa puede estar en los problemas en la boca. Dolor, un menor bienestar y la inflamación sistémica causada por las enfermedades periodontales (que se originan en las encías pero afectan a todo el organismo) son los principales motivos de la disminución del rendimiento deportivo llegando a provocar problemas bucodentales. En concreto, la periodontitis aumenta el riesgo de contracturas musculares, fatiga muscular, así como una recuperación más tardía de dichas lesiones musculares. Lo que hasta ahora parecía una afirmación sin respaldo científico comienza a tener pruebas.  En los últimos años se ha estudiado la relación entre el sistema estomatognático, o lo que es lo mismo, los órganos y tejidos gracias a los que comemos, masticamos, deglutimos, hablamos o sonreímos, y el control de la postura. Según una investigación que ha llevado a cabo el departamento de Fisiología de la Universitat de Barcelona con la Universidad de Innsbruck (Austria), publicado en Neuroscience Letters y Motor Control, “existe una influencia recíproca entre el nervio trigémino y el núcleo vestibular, es decir, los responsables de las funciones de masticar y del equilibrio, y entre los músculos masticatorios y los cervicales. Cuando hay fatiga, el equilibrio en condiciones de máxima inestabilidad es significativamente superior entre los individuos que presentan una mala oclusión dental”. En estos casos la ortodoncia es el gran aliado para corregir la mordida. Es por ello que han aumentado los casos de hombres y mujeres de más de más 40 años que acuden a consulta de ortodoncia por el boom que ha experimentado en los últimos años actividades físicas tan exigentes como el triatlón, el running o el ciclismo. Debido a que la ortodoncia tradicional con brackets supone un riesgo para los deportistas porque los impactos pueden producir lesiones en los labios, dientes y encías, hoy se ofrecen alternativas como CA Clear Aligner. Es una técnica clínicamente probada con muy buenos resultados, utilizada en todo el mundo. CA Clear Aligner ha revolucionado la ortodoncia, es una nueva manera de corregir la posición de los dientes que no utiliza brackets ni alambres porque funciona con unos alineadores transparentes. ¿A qué no se te había pasado por la cabeza que una dentista te podía ayudar a mejorar tus resultados? Pedí un turno para una revisión, te diremos si la salud de tu boca es correcta y si necesitas algún tratamiento para mejorar tu rendimiento físico y solucionar esas lesiones injustificadas que te impiden rendir al máximo.

Cómo la salud bucal y las enfermedades cardíacas están asociadas

Es cada vez más común escuchar que la salud bucal es vital para la salud en general. Pero en general, ignoramos el impacto que las enfermedades bucales pueden tener sobre el corazón. Sin embargo, hay estudios que demuestran que si se tiene enfermedad de las encías, sea en una etapa moderada o avanzada, está en mayor riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que alguien que tiene las encías sanas. Además, la salud bucal puede proporcionar a los médicos señales de advertencia para una gama de enfermedades y condiciones, incluyendo aquellas en el corazón. ¿Por qué se relacionan estas cosas? La salud bucal y las enfermedades del corazón están conectadas por la propagación de bacterias y otros gérmenes, desde la boca a otras partes del cuerpo mediante el torrente sanguíneo. Cuando estas bacterias llegan al corazón, ellas se adhieren a cualquier área y causan una inflamación. Esto puede resultar en enfermedades como la endocarditis, que es una infección del revestimiento interno del corazón. Según la Asociación Americana del Corazón, otras condiciones cardiovasculares como la arteriosclerosis (arterias obstruidas) y la apoplejía también se han relacionado con la inflamación causada por las bacterias bucales. ¿Quién está en riesgo? Los pacientes con enfermedades crónicas de la encía como la gingivitis o la enfermedad periodontal avanzada tienen mayor riesgo de enfermedad del corazón causada por la mala salud bucal, especialmente si permanece no diagnosticada y no tratada. Incluso si no existe inflamación de las encías, la inadecuada higiene bucal y la placa acumulada aumentan el riesgo. Las bacterias también pueden migrar en el torrente sanguíneo causando la elevación del indicador de la proteína C reactiva, que es un marcador de inflamación en los vasos sanguíneos. Esta inflamación puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Síntomas y señales de advertencia Según la Asociación Americana de Periodoncia (AAP), las señales de una enfermedad de las encías, aún en sus primeras etapas, son las siguientes:
  • Encías rojas, inflamadas y que duelen al tacto.
  • Las encías sangran al comer, cepillarse o usar hilo dental.
  • Se puede ver pus u otros signos de infección en las encías y los dientes.
  • Las encías parecen estarse "retirando" de los dientes.
  • Con frecuencia se tiene mal aliento o nota un mal sabor en la boca.
  • Algunos de los dientes están flojos, o da la sensación de que unos dientes se están separando de los otros dientes.
Medidas de prevención La buena higiene bucal y los exámenes dentales regulares son la mejor manera de protegerse contra el desarrollo de la enfermedad de las encías. Recomendamos cepillar los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves que se adapta a la boca, para que llegue adecuadamente cada superficie del diente. También debe utilizar el hilo dental diariamente y visitar a su odontólogo para las limpiezas profesionales regulares. Siendo proactivo sobre la salud bucodental, se puede evitar el desarrollo de una afección que pueda traducirse en enfermedades del corazón, y a la vez mantener una sonrisa sana, limpia y bella a lo largo de la vida.  

¿Cómo cuidar nuestros dientes en vacaciones?

Los días de verano nos invitan a hacer la vida puertas afuera. Con frecuencia comemos en bares y restaurantes, y en las vacaciones nos relajamos especialmente en cuanto a rutinas y horarios. Es por ello que en verano solemos descuidar nuestra salud bucal, que no debería tomarse ni un solo día de descanso, pues los gérmenes y las bacterias siguen trabajando. Uno de los principales riesgos de no lavarnos los dientes cuando estamos fuera de casa son las caries. Cada vez que comemos, las bacterias de la boca producen unos ácidos que atacan los dientes. Si no ayudamos a neutralizar esos ácidos, estos actúan sobre el diente, lo que con el tiempo acaba provocando caries. Descuidar la higiene bucal también puede afectar a las encías, ya que la placa comienza a acumularse en la base de los dientes y, si no se retira con el cepillado o el uso de seda dental, termina formando sarro. Cuanta más placa acumulada, mayor probabilidad hay de que las bacterias bucodentales ataquen las encías, pudiendo causar enrojecimiento, sangrados o inflamación, los primeros signos de gingivitis. ¿Cómo cuidar nuestros dientes fuera de casa? El primer paso para que nuestros dientes y encías no den problemas durante un viaje o una escapada es revisarlos antes de partir. Muchas enfermedades bucodentales presentan síntomas poco visibles a simple vista, de modo que en una exploración rutinaria se pueden detectar patologías como las caries o la gingivitis. Llevar siempre en bolsos o mochilas un kit de limpieza dental que incluya un cepillo de dientes y una pasta dentífrica, y puede ser también un colutorio e hilo dental. Si se ha olvidado el kit de limpieza y a la espera de comprar otro, es aconsejable beber agua abundante o mascar un chicle sin azúcar, ya que el aumento salival que producen nos ayudará a eliminar las bacterias y los restos de alimentos acumulados en nuestra boca. Si se beben vinos tintos y blancos, es aconsejable beber también agua entre las copas de vino, para así enjuagar el ácido y evitar afecciones en los dientes. Estas bebidas son muy ácidas y pueden desgastar y afectar severamente el esmalte de los dientes Es importante cuidar la alimentación en general, porque gran parte de la salud de nuestra boca depende de los alimentos que consumimos. A las bacterias que originan las caries les gustan los alimentos ricos en azúcares, por lo que habría que reducir su consumo y lavar los dientes después de ingerirlos. Las bebidas carbonatadas y los jugos cítricos pueden descalcificar el esmalte de los dientes y erosionarlo. Moderar el consumo de tabaco, que mancha los dientes y favorece la aparición de halitosis, sin olvidar que este mal hábito nos hace mucho más vulnerables a las enfermedades bucodentales. Las bebidas y los alimentos fríos que tomamos para calmar el calor pueden provocar un aumento de la sensibilidad dental y producir inflamaciones de los vasos sanguíneos del interior de los dientes. Así, en estos casos, es aconsejable utilizar pasta de dientes y/o colutorios específicos para la sensibilidad dental. El contacto con el cloro de las piscinas favorece la acumulación de sarro, puede provocar la aparición de manchas en los dientes y daña nuestras encías, por lo que es conveniente lavar la boca minuciosamente después de un día de piscina. Siguiendo estas recomendaciones podrás disfrutar del verano y de tus vacaciones fuera de casa sin comprometer la salud de tu sonrisa.
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