Los rellenos faciales son una de las alternativas disponibles para mejorar el aspecto de nuestro rostro. Se usan para corregir arrugas y surcos o para dar volumen a determinadas zonas de la cara.
La acción de las sustancias que se inyectan en el organismo es esencialmente mecánica. Por ejemplo, permite corregir una arruga o una depresión en la piel.
Anestesia local infiltrativa
Intervención: 20~40 minutos
Resultados inmediatos
Una vez inyectado, este tipo de relleno se irá reabsorbiendo lentamente, para desaparecer en un tiempo variable entre cinco a veinticuatro meses dependiendo de su viscosidad y de la zona donde fue aplicado. Son mucho más económicos que un lifting y sencillos de aplicar mediante una inyección.
Relleno de surcos nasogenianos.
Relleno para perfilado y volumen de labios.
Relleno de líneas en la frente.
Relleno de entrecejo.
Relleno de patas de gallo.
Relleno de ojeras hundidas.
Relleno de líneas de marioneta.
Relleno de comisuras.
Los rellenos faciales en arrugas y surcos producen un efecto rejuvenecedor sin cirugía.
Mejoran la textura de la piel, que se muestra más tersa y luminosa.
Los utilizan hombres y mujeres de todas las edades, también en jóvenes que necesitan corregir las secuelas del acné y las depresiones en la piel. Y aquellos personas que además de corregir arrugas existentes, desean prevenir que se marquen algunas líneas de expresión, determinadas por la gesticulación.
La sesión dura entre 20 y 40 minutos.
Los resultados no son definitivos, el tratamiento tiene que repetirse pasados 12-18 meses.
Los rellenos faciales pueden estar contraindicados en pacientes con tendencia a desarrollar cicatrices hipertróficas.
Tampoco es recomendable en personas con hipersensibilidad o que presenten heridas, quemaduras o eccemas en la piel.
Casos Clínicos
Consultas
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